Mi cuaderno

Te llevaste tu promesa de besos y caricias cargados de placer, te llevaste mis falsas ilusiones  un día de mayo al atardecer. Dejé de escribirle al amor  pues ya no tenía sentido, se marchó el día que partiste  junto con el último latido.

Encuentros furtivos que se transforman en juegos prohibidos, con susurros candentes y caricias ardientes. La sensación de entrega, a tu lado siempre será toda una aventura, tu mi mejor compañía en esta placentera locura.