Mi cuaderno

Has visto en mis ojos el fuego que provocas, imaginado mi presencia mi nombre invocas, has sentido mi piel temblar de deseo por tí, cuando te acercas tanto que te puedo sentir. He probado de tus labios la esencia de tu cuerpo, caí atrapado de su encanto y el calor que siento, he navegado en tu piel y naufragado en tu mar, de tu cáliz he bebido y tu sabor pude degustar. Desnúdame los besos y llévate mis labios, la ropa caerá sola sin que ocupes las manos, desnuda mi alma y llévate mi corazón, aunque en el intento me hagas perder la razón. Desnuda mi cuerpo y llévate el fuego que lo habita, descubre poco a poco todo lo que lo excita, desnuda mi sexo, su elíxir te pertenece sólo a ti, entrégate sin reservas que yo te haré felíz.

Confieso que lo primero que llamó mi atención fué tu figura, con sus líneas suaves y la delicadeza de sus curvas. Después fué tu boca, dulce bocado que despertó mis antojos, un imán para mis labios deseando probar su sabor y morderlos. Enseguida tus ojos, hechizo de los míos, un baño de magia cada que me ves, brillo interminable para dormir y amanecer. Finalmente tu ternura y comprensión, tus palabras que seducen y conquistan a mi corazón, tus mensajes matutinos o diurnos que llaman mi atención. Llegaste a dar tranquilidad a mi agitada vida, a meterte en cada instante de mis días, a compartir conmigo tu felicidad. Y pintaste mi días grises de colores, llenaste mi espacio con la fragancia de las flores y te volviste el amor de mis amores.