A mi amiga

Con una sonrisa esplendorosa
le acompaña el olor de la rosa,
sus ojos brillantes como estrella
sin duda una mujer muy bella;
cuatro décadas ha vivido y
dos veces la flecho cupido,
la primera dos regalos le dio
la segunda ni siquiera se despidió; y aunque en la vida hay dolores
ella no sufre por admiradores,
donde habrá algún amor furtivo
o quizás encuentre el definitivo.
Con su amistad me quiso premiar
y hoy mi homenaje le quiero entregar.

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