Herida

Cada palabra fue una herida
cual daga que quita la vida,
sus ofensas vertieron veneno
dónde antes todo fue bueno.
Las llagas que fueron causadas,
con mi llanto serán lavadas
y cauterizadas con vino,
para andar de nuevo el camino.
Sepultaré todos sus recuerdos
en algún lugar muy lejano,
cavaré en lo más profundo
aún con mis propias manos.
Pero nunca encontrará la paz,
pues sabrá del daño causado
y mi recuerdo será proporcional
a todo cuanto la he amado.

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