Cita con todo incluído (relato)

Era una cita con todo incluído, excepto falsas promesas, la atracción compartida se ponía a prueba y yo con ganas de demostrárselo. La habitación a media luz dibujaba su silueta, música ambiental acorde al momento, notas sensuales que invitaban al placer. Desnudarla fué un acto divino disfrutando plenamente cada momento, besaba su piel, por momentos lamía, probando. Ella se dejó llevar, entre suspiros y suaves movimientos se entregó a ojos cerrados. Balbuceó mi nombre y los "te quiero" surgieron esporádicos. Las manos se encontraron y se enredaron nuestros dedos. Un suave vaivén como olas de mar nos invadió, en silencio nuestros ojos se miraron y sin palabras se dijeron todo. Ambos sabíamos que nos volveríamos a encontrar, nuevamente sin promesas.

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